Alison era un influencer de renombre en la Internet oscura, una conexión común entre los adolescentes que disfrutaban de tecnologías inmersivas, participativas, violentas y cinematográficas. Tenía miles de seguidores que le depositaban monedas virtuales que luego cambiaba por Eco Créditos en su wallet.
Era un especialista en infiltrarse en bandas de poca monta que robaban autos, bicicletas eléctricas y vendían drogas, luego editaba la experiencia y la vendía como si fuera una película del siglo XX, con la diferencia de que podías sentir lo que sucedía, gracias a un implante sencillo transdermico, el Cognofilm.
Se había levantado con muchísimo dolor porque había recibido una golpiza del líder de una banda de dealers que vendían Prococ, una sucedáneo de la cocaína y la marihuana sintético que había inundado el mercado, uno de los de la banda lo reconoció y le pegaron unos cuantos golpes en el estómago, no lo mataron porque de alguna forma Alison era un héroe del submundo de las drogas y los negocios sucios, todos los jóvenes conocían algún Cognofilm de Alison y hasta tenía su propio video juego inmersivo, por el cual recibía algún Eco Crédito.
Esa tarde Alison se estaba replanteando los Cognofilms, ya tenía 40 años y quería cambiar a una audiencia menos violenta, quizás interesada en viajes a reservas naturales con basura controlada, antiguas playas muy caras para los emprendedores de nivel bajo. Mientras preparaba su café instantáneo recibió un mensaje en su pulsera virtual, era de una agencia de noticias inmersivas especializada en policiales, Delito En Zonas No Verdes, algunas veces lo llamaban para comprarle Cognofilms, generalmente cuando una banda delictiva tenía notoriedad.
- Alison, soy Mara, estamos interesados en tu último trabajo, podrás reunirte con nosotros en persona?
Era extraño que una reunión fuera en persona, le contestó que sí.
Alison se dirigió en su bicicleta eléctrica desde la Zona de Seguridad 1, en donde vivía, en unos monoblocks dentro de todo cuidados y bastante seguros, a la Zona Verde, en donde vivían las clases altas y medias profesionales controladas por Segurcorp, una agencia policial semi privada que funcionaba como reemplazo de la política, Segurcorp se encargaba de la seguridad, el patrimonio público y la salud, una súper empresa financiada por las corporaciones más poderosas que tenía una especie de gobernador elegido por los ceos que controlaban las empresas de la Zona Verde, libre de pandemias y de violencias psicológicas, sexuales y físicas, gracias a una medicalización total, muy efectiva y libre de efectos secundarios.
Para vivir en la Zona Verde, que era realmente verde, tenía árboles, lagos artificiales con carpas gigantes y coloridas y muchos parques, hacía falta una tarjeta con créditos corporativos, esa tarjeta la emitía Segurcorp y era inviolable, los habitantes de Zona de Seguridad 1 tramitaban un permiso virtual que vencía cuando salías de los perímetros, generalmente no hacían falta revisiones de bots policiales, las cámaras controlaban todo, hasta los parámetros biométricos.
Alison llegó a Delito en Zonas no Verdes y un bot le informó a través de una pantalla virtual que lo esperaban en el piso 17, subió al ascensor solo y no se cruzó con ninguna persona de carne y hueso, hasta que llegó al despacho de Mara.
- tanto tiempo sin verte, Alison, en la oficina te espera Michele, el presidente de Segurcorp – le dijo, y luego bajó la mirada y siguió trabajando con un teclado que a todas luces era invisible, pero funcionaba.
Alison se sorprendió por la entrevista con Michele, lo conocía a través de las noticias porque era el CEO de Segurcorp, y no tenía idea de porque quería verlo.
- Bienvenido Alison, seguramente está sorprendido de verme aquí, pero tengo un 15 % de las acciones de Delito en Zonas No Verdes, así que suelo ocupar esta oficina, decidí llamarlo porque usted es el mejor de los infiltradores influencer, y mí hijo o hija, Cielo, que va mutando, escapó y considero que es la persona indicada para encontrarlx, si acepta le entregaré una tarjeta con créditos corporativos y un departamento prestado en la Zona Verde, si lo encuentra, el departamento y un cargo como periodista aquí serán suyos, en principio dispone de 45 créditos en su wallet corporativa - cuando Michele dijo eso aparecieron en su pulsera virtual los créditos y una nueva Wallet -, Cielo está seguramente en la Zona de Seguridad 2, con una banda de adolescentes que se dedican a traficar drogas de diseño y robar a ejecutivos en funciones de dirección, tiene 18 años y es incontrolable sin sus implantes – cuando terminó de decir eso Michele desapareció, era un holograma. Mara tampoco estaba presente, por lo menos físicamente.
Alison sintió que había viajado hasta allí solo para que lo sorprenda lo amable que era la vida en la Zona Verde.
Cuando llegó a su casa decidió que era interesante hacer una vida corporativa sin ningún tipo de penurias en la Zona Verde, así que envió un mensaje a Mara, el mensaje era automático, lo pensaba y la IA de la pulsera ejecutaba el pedido, los implantes en el cortex realmente funcionaban muy bien.
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